Según un informe reciente, los usuarios que han obtenido una actualización gratuita a Windows 10 y Windows 11 pueden enfrentar problemas con la licencia expirada después de cambiar la placa base o realizar una actualización de BIOS. Como resultado, estas personas no pueden usar computadoras con Windows 11 instalado.
Uno de los periodistas de The Verge, Tom Warren, experimentó este problema después de cambiar su placa base en la que tenía instalado Windows 11. Al intentar activar el sistema en su nuevo dispositivo con la clave asociada a su cuenta de Microsoft, recibió un mensaje indicando que su licencia no estaba activa. Desafortunadamente, tuvo que comprar nuevamente Windows 11.
Resulta que no es el único afectado. Un lector de The Verge informó sobre un problema similar al servicio de atención al cliente de Microsoft. Allí se enteró de que Microsoft ya no respalda las claves de producto de Windows 7, lo que significa que no pueden continuar con la licencia de Windows 10 Pro. Sin embargo, el servicio de atención al cliente confirmó que el cambio de hardware no debería afectar la licencia.
Microsoft es consciente del problema y actualmente está tomando medidas para resolverlo. En declaraciones coincidentes para The Verge, Bill Babonas, el gerente principal de productos de Windows, informó que la compañía está llevando a cabo acciones para identificar y solucionar esta situación.
Cabe destacar que Microsoft ha recomendado contactar con su servicio de atención al cliente para obtener ayuda ante los problemas de licencia. Desafortunadamente, según los informes, el servicio de atención al cliente no pudo ofrecer una ayuda concreta en este asunto.
Aún es demasiado pronto para evaluar qué solución implementará Microsoft para estos problemas de licencia. Mientras tanto, los usuarios que han obtenido una actualización gratuita a Windows 11 deben estar conscientes de los posibles riesgos asociados con el cambio de hardware o la actualización de BIOS, que pueden resultar en la pérdida de la activación del sistema.